INGREDIENTES (6 personas) :
Para el relleno:
250 grs de butifarras de cerdo
250 grs de carne picada de ternera
1 cebolla y 1 ajo, picados
60 grs de pistachos
20 ml de conyac
1 huevo, aceite, sal y pimienta
y para la jalea:
200 ml de caldo de ternera
50 ml de Oporto o Moscatel
4 hojas de gelatina
y para la masa:
2 laminas de pasta brisa o quebrada, cuadradas
1 huevo para pintar la masa
Engrasamos con mantequilla el molde rectangular a utilizar y extendemos la primera de las láminas de masa teniendo muy en cuenta que debe volar o exceder 2 cm por encima del borde del molde, y lo dejamos en la nevera mientras preparamos el relleno.
En un bol ponemos todos los ingredientes del relleno y los mezclamos bien con las manos. Podemos entonces empezar a rellenar el molde de forma compacta y recordando de dejar un espacio vacio (aprox 2 cm) entre el relleno y el limite superior del molde, donde irá la tapa.
La masa que sobresale del molde la enrollaremos para darle forma como si fuera el borde de una cazuela, pensando que sobre ella aguantará la tapa.
Con la otra lámina de masa preparamos una tapa, la ponemos sobre el molde, lo acabamos de doblar con los dedos y la pintamos con huevo batido para acabar de sellar.
Lo llevamos a la nevera entre 2 y 3 horas
Ponemos a precalentar el horno a 180º, sacamos el molde de la nevera y hacemos uno o dos agujeros en la tapa a modo de chimenea, y le dejamos un poco de papel de plata - como un tubo - para que aguante esa forma cuando vuelva al horno.
Procedemos a decorar la tapa a nuestro gusto, ya sea marcando la misma con un cuchillo o ya sea añadiendo trocitos sobrantes de la masa, y volvemos a pintar con huevo batido.
Lo ponemos en el horno 10 mn a 180º especialmente en la parte inferior y otros 10 mn en horno normal. Después bajamos la temperatura a 160º y ponemos otros 50 minutos.
Lo sacamos y lo dejamos enfriar en la encimera un mínimo de 2 horas, volviendo a la nevera 2 horas más.
Vamos preparando la gelatina donde, por un lado dejamos en remojo las láminas y por el otro calentamos el caldo y el vino unos 10-15 mn, hasta que se reduzca. Entonces le añadimos la gelatina, mezclando bien hasta que las láminas queden disueltas, y lo dejamos enfriar fuera de la nevera.
Aprovechando la chimenea que dejamos en la tapa, verter la gelatina dentro del orificio, moviendo el molde para que se reparta bien, y devolvemos a la nevera el molde hasta el día siguiente.
Es un plato a preparar el día antes.