INGREDIENTES (4 personas) :
Calabazas redondas
Tomates maduros
Caldo de pollo
Costilla de cerdo - a trozos -
Arroz
Butifarra negra
media cabeza de ajos
Pimentón de la Vera
Azafrán
Aceite de oliva y sal
Antes que nada recortamos la parte exterior de la calabaza para que al cortarla por la mitad tengamos dos cuencos.
Podemos entonces vaciarla, a similitud de las fotos, sin apurar excesivamente.
En una sartén ponemos aceite y los ajos a freír. Los retiramos y en mismo aceite freímos primero la costilla, y añadimos - prácticamente al final - la morcilla y el tomate - a mitades -, reservando todo por separado.
Vamos calentando el horno a 180º, donde colocaremos los cuencos durante 15 minutos. Sacamos la bandeja de las calabazas y les ponemos dentro las costillas y la morcilla, y lo reservamos dentro del horno.
Ponemos el caldo a calentar y mientras, volvemos a la sartén anterior, donde en su aceite rehogamos durante 3 minutos el arroz con el pimentón.
Habremos separado una tacita de caldo caliente para diluir el azafrán.
Inmediatamente incorporamos a las calabazas el tomate, el arroz rehogado, el caldo caliente y un poco del caldo diluido con azafrán. Rectificamos de sal y lo ponemos en el horno durante 40 minutos a 190º - teniendo en cuenta que cada horno es distinto, pero donde el arroz debe quedar en su punto - y ya podemos servir.
Hemos visto este plazo con panceta, garbanzos, patatas,... pero preferimos un versión más ligera, entre otras cosas por el tamaño de los cuencos.
Una de las gracias del plato es que al comerlo directamente de la calabaza puedes ir arrastrando la pulpa de la calabaza al comer el arroz.
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